Los simuladores y su aplicación educativa

El simulador permite al estudiante aprender de manera práctica, a través del descubrimiento y la construcción de situaciones hipotéticas. Un simulador tiene la ventaja de proporcionar al estudiante el desarrollo de la destreza mental o física a través de su uso y ponerlo en contacto con situaciones que pueden ser utilizadas de manera práctica. Si son usados en trabajo colaborativo, estimulan el trabajo en equipo al estimular la discusión del tema.


Los simuladores constituyen un procedimiento, tanto para la formación de conceptos y construcción en general de conocimientos, como para la aplicación de éstos a nuevos contextos a los que, por diversas razones, el estudiante no puede acceder desde el contexto metodológico donde se desarrolla su aprendizaje.
En las clases de idiomas lo más cercano a los simuladores de práctica son los chats o redes sociales en los que los alumnos pueden practicar su producción escrita y oral con nativos ya sea por mensajes de texto o en videoconferencias. Otras simulaciones a las que se pueden acceder en línea son los exámenes para verificar el nivel de inglés. Aquí los de la Universidad de Cambridge.

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